.

.

«Nuestros críos no están aprendiendo»

Una treintena de docentes lanzan una plataforma para denunciar la «deriva» del sistema educativo. Esta semana celebran un curso de verano en Eibar

 

Lunes, 30 de junio 2025

.

.

Un malestar profundo recorre buena parte del profesorado. Se comenta en los claustros, se menciona en los foros y se apreciaba en las manifestaciones. Hay una sensación de cabreo generalizado cada vez más patente, una especie de ‘burnout’. Y tiene que ver con los cambios que muchos educadores perciben como «impuestos», el incremento «terrible» del papeleo, el sinfín de formaciones obligatorias «vacías y sinsentido»… Una «deriva», en fin, que no hace sino «degradar» la calidad de la educación.

.

Una treintena de docentes, la mayoría de la red pública, han decidido plantarse y lanzar la plataforma HezkuntzArtea. El objetivo es fomentar el debate en torno a estas cuestiones. Para ello han organizado un curso bajo el paraguas de Udako Euskal Unibertsitatea (UEU) que se celebrará entre el 1 y el 3 de julio en Eibar con el título ‘Reflexión crítica de la innovación pedagógica’.

 

Tere Maldonado, profesora de Filosofía; Arantza Kerexeta, de Biología; Begoña Morote Segurola, de educación especial; y Borja Goñi, de euskera, forman parte del grupo. Acumulan décadas de experiencia en la docencia. Denuncian, en primer lugar, las «modas impuestas por el pedagogismo». ¿A qué se refieren? «Hemos estado con la gamificación, el aprendizaje basado en proyectos, programar a base de retos…», enumera Kerexeta. «Lo último es trabajar con ámbitos distintos; es decir, juntar varias asignaturas». «Todas estas modas comparten una cosa: quitar la importancia a los contenidos en favor de otras cosas.

.

Y ése era nuestro trabajo, que los alumnos aprendieran cosas», lamenta Maldonado. Reivindican, por ello, trabajar la memoria, la pausa, la concentración, el «reposar» los contenidos…

«Ya no evaluamos los conocimientos, sino las competencias», apunta Goñi. «Y vemos que los chavales saben hacer muchas cosas, sí, pero no aprenden, no están aprendiendo nada, que es la base de todo. Nos preocupa». Y añade: «Tenemos un problema bestial de comprensión lectora, es muy grave lo que está pasando. No se lee nada».

.

A juicio de Maldonado, «se ha pervertido el sentido de la escuela, sobre todo de la escuela pública, como institución que garantiza a todo ciudadano una educación basada en, afirma Maldonado. «¿Qué es eso de que el aprendizaje debe servir a los intereses del alumnado? Un chaval de un barrio marginal nunca va a tener interés por la Ilíada de Homero, por una ópera, o por las profundidades de la física cuántica. La escuela es una ventana al mundo, se trata de acercarles la cultura», abunda.

Pantallas y menores

En este punto, apuntan a un problema de equidad. «El alumno brillante siempre sale adelante, pero hay un pelotón enorme de estudiantes que están en el nivel medio y se están perdiendo muchas cosas». Así, explican, muchos «pasan de curso y llegan a Bachillerato o a la Universidad sin aprender lo que necesitan».

 

Estos cambios profundos han alterado incluso las relaciones profesionales. «Antes en los claustros se debatía, se compartían experiencias, aprendíamos unos de otros… Ahora ya no se discute, se ha impuesto un modelo gerencial». «No hay tiempo para coordinarnos, estamos rellenando papeles, planificándolo todo al milímetro, y eso no tiene sentido porque trabajamos con personas, no con robots», insisten.

.

«Ya no tenemos tiempo para enseñar, preparar las clases, estar con los alumnos… Nos lo han robado», resume Morote. «Todas estas reformas que nos afectan se han impuesto sin contar con nuestra opinión», critica.

.

Hay multitud de factores en juego. Uno es una digitalización «mal planificada». «¿Alguien ha medido, con criterios científicos, los beneficios de meter tantas pantallas desde tan pequeños?», se cuestiona Goñi, que se muestra «preocupado» por las consecuencias también físicas que acarrea pasar muchas horas frente a una pantalla. «Nunca se ha hecho un balance serio de nada, ni de las nuevas metodologías, ni de los modelos lingüísticos, ni del pantallismo…», subraya Morote.

.

.

.

.

.

· Link

.

.

.

.

.

.